La boca está limpia pero desprende un mal olor que aleja a todo aquel que se aproxime. Lo peor es que el único que no la detecta es aquel que la sufre. En estos casos y para evitar estos síntomas es especialmente importante cuidar los alimentos que se ingieren.
Mal aliento en la cavidad bucal
La halitosis es un síntoma que se caracteriza por el mal aliento en la cavidad bucal. Aunque a veces tiene su origen en una deficiente higiene bucal, en otros casos su origen es más complejo pudiendo influir en gran medida el tipo de alimentación de aquel que la padece.
Causas de la halitosis
En la mayoría de los casos el origen de la halitosis es bacteriano, muchas veces se puede diagnosticar mediante la lengua:
Enfermedades de las encías como la piorrea.
Suburra lingüinal. Se produce cuando se alojan placas en la parte posterior de la lengua. Estas placas blancas se originan a partir de secreciones de la faringe en contacto con las fosas nasales. El problema surge cuando la suburra produce unos gases sulfurados que son los que originan el mal aliento.
Problemas de hígado, estomacales, enfermedad de los pulmones o incluso de los riñones. En estos casos el tratamiento es más complejo y es necesario tener un mayor cuidado en la dieta.
Alimentos que producen halitosis
De todos es sabido que existen productos de alimentación, muy extendidos algunos de ellos en la dieta mediterránea, los cuales pueden ser origen del mal aliento y deben de evitarse en la medida que el problema exista. Estos productos son el ajo, la cebolla, el brocoli, las legumbres, pastrami, zumo de naranja, refrescos carbonatados y alcohol. El mal aliento se produce por que se incorporan al flujo sanguíneo por medio de la mucosa gástrica para después ser liberados a los pulmones y a la saliva. Pueden afectar causando mal aliento por un periodo de hasta 72 horas.
Uno de los hábitos a eliminar, cuando se tiene halitosis, es el tabaco que complica de una forma u otra
Hábitos para reducir la halitosis en la alimentación
Hay una serie de medidas en lo referente a la alimentación que pueden contribuir a evitar la halitosis. Estas medidas son:
Beber agua para facilitar la producción de saliva.
Evitar alimentos que producen halitosis.
Cepillarse los dientes con regularidad y cepillarlos de manera correcta.
Aumentar el consumo de hidratos de carbono disminuyendo el de proteínas, ya que según los especialistas este tipo de alimentación disminuye la halitosis.
Comer con frecuencia para reducir la producción de gases gástricos.
Masticar hojas o productos que contengan Menta piperita.
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